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Sobre el Temor

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Sobre el Temor

Vivimos con temor, temor de perder las cosas que creemos poseer, nuestra salud, nuestra juventud, nuestra vida, nuestra esposa, hijos, dinero, trabajo, etc. La mayor parte de nuestro tiempo y esfuerzo lo usamos para asegurarnos estas cosas. Seguimos el consejo de nuestro agente de banco, de nuestro abogado, de nuestro médico. Economizamos, somos recelosos de nuestros derechos legales, hacemos dietas, tomamos medicinas, contratamos seguros, abrimos cuentas de ahorra, nos hacemos chequeos médicos, tomamos vitaminas, trotamos por las calles para apaciguar de alguna manera nuestros temores de perder nuestro bienestar material. Para obtener la aprobación de otros, no nos mostramos como somos sino que actuamos como ellos quieren que seamos.

Algunos también temen perder su buena reputación, su honor, el respeto y amor de los demás. Unos pocos tienen miedo de perder la cordura, sus mentes, su fe, su esperanza de salvación en el mas allá y su religión. Los pocos que tienen miedo de perder su fe y su lugar en el Paraíso, se dan unos pocos minutos al día para la oración, unos pocos días de ayuno al año y engañan cuando se trata de dar lo que deben en caridad, pero por ningún motivo se atreven a engañar al pagar los impuestos.

Nos quejamos de cansancio, stress, injusticia, falta de buena suerte, de la tiranía del gobierno, de la sociedad, de la economía, del jefe, empleados, vecinos, madre, padre, esposa y esposo, de nuestros hijos, casi de todo y de todos, pero muy rara vez encontramos fallas en nosotros mismos. A pesar de todo este esfuerzo, no podemos eliminar nuestros miedos. De hecho mientras mas tratamos de eliminarlos sin obtener resultado, nos sentimos aún peor y nuestros temores aumentan. Este es el estado del mundo.

La solución que han encontrado los que rigen en este mundo (políticos, prensa, Wall Street ) es ofrecer "circo y vino", diversión y pasatiempo. Su solución no es para encontrar fortaleza para encarar esta situación, sino para olvidar y distraerse. ¡No funciona! El borracho se despierta "aturdido" después de una momentánea locura ¡vuelve a sus problemas acompañado de un terrible dolor de cabeza!

En realidad no hay nada que temer mas que a nosotros mismos, nuestro ego y su insaciable apetito que siempre quiere mas de lo que tiene, aún si tuviera todo el mundo. ¿Qué se supone debemos hacer para detener esta demencia? ¿Cómo vivir esta vida en paz, sanamente? Sin ninguna duda en este mundo no hay tranquilidad. Es una prueba difícil de setenta a ochenta años, que tenemos que atravesar para encontrarnos con nuestro Señor. Es una prueba que muy pocos superan porque eligen este mundo y lo mundano como su maestro.

Desde los comienzos Allah ha enviado 128.000 maestros, Sus profetas. Los maestros del mundo aún cuando consideran a los profetas como maestros dicen que están todos muertos, el último murió hace 1400 años y además pertenecen a otros tiempos; los juzgan en sus propios términos. ¡Conocemos tan bien esta "lógica"! Con la esperanza de reducir nuestros miedos tenemos que triunfar y triunfar es ser mejor que los demás, competimos, tenemos la última palabra, la NOVEDAD. Lo novedoso no es novedad es lo mismo de siempre con un agregado, pero la novedad es algo mas y es algo que valoramos.

Pero nuestros maestros, nuestros modelos lucharon para hacer valer la tradición, lo antiguo, lo mas pequeño, su objetivo es ser "nada". Categóricamente lo opuesto de lo que se piensa y se enseña hoy en día. Por esto la mayor parte de la humanidad no tiene fe, aún aquellos que se dicen ser religiosos; la mayor parte de esos religiosos se han ido por el "camino novedoso."

Los maestros de estos nuevos maestros también mueren y son olvidados tan pronto como uno de sus discípulos es capaz de agregar alguna cosa mas de la que ha aprendido. Pero el maestro de los profetas es siempre viviente. Su mensaje a Su creación es uno y constante, y los profetas no han cambiado y no pueden cambiar, agregar o eliminar ninguna parte del mensaje que les ha sido revelado.

El último y el sello de los profetas, el bendecido Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah estén con él, fue enviado como un hombre; nació y pasó diferentes pruebas como todo hombre en cualquier parte del mundo o en otro tiempo. Trabajó, estuvo en batallas, se alimentó, durmió, se casó, tuvo hijos, se enfermó y murió. A él le fue revelado el Corán, el mensaje de Allah en lenguaje humano que contiene instrucciones para toda la humanidad. Todo lo que pensó, sintió e hizo no venía de él sino causado por Allah a través de él. El era el Corán viviente, un hombre perfecto (como Allah quiere que todos los seres humanos sean) un guía y ejemplo, una respuesta a todas nuestras interrogantes, una solución a todos nuestros problemas. El no está muerto. Su hermoso cuerpo material se ha ido, pero su espíritu vive para siempre. Sus acciones en toda posible situación y condición, sus respuestas y consejos para resolver cualquier problema posible, han sido guardados en numerosos registros por muchos de sus compañeros y estos "hadices" están accesibles en todos los idiomas.

Seguir sus instrucciones y su ejemplo no es difícil. Solo tenemos que elegir hacerlo, darnos el tiempo de aprender su manera de vivir estudiando las "tradiciones proféticas" o mejor aún encontrando un maestro que lo imite. Sin embargo hay una condición previa, un requisito previo, que es la parte difícil, pero es la llave al tesoro de paz y serenidad en este mundo y en el Mas Allá. Se nos entrega en el siguiente verso del Sagrado Corán, Sura 33, ayat 21:

En el Enviado de Dios tenéis ciertamente un bello modelo para quien cuenta con Dios y con el último día, y recuerda mucho a Dios.

Podemos seguir su ejemplo e imitarlo en nuestras vidas solo si tenemos confianza en Allah y confianza en la Divina ayuda, manteniéndonos firmes a través de las pruebas mas difíciles. Debemos sentirnos responsables de nuestras acciones y creencias en el Día del Juicio Final y estar conscientes, ser capaces de ver las manifestaciones de Allah alrededor nuestro y recordarlo con frecuencia.

Oh Señor enséñanos la Verdad de Muhammad (saws) guianos al camino de Muhammad (saws) y danos su valor, el valor de aquel que solo teme a Allah como Tu dices:

Aquel que le teme a Allah, todas las demás criaturas le temen.

Amin bi hurmeti seyyi al Murselin

Shaykh Tosun Bayrak al-Jerrahi al-Halveti , Agosto 1997

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